7.7.10

A FAVOR DEL MATRIMONIO DE PERSONAS DEL MISMO SEXO




¿Qué país le vamos a dejar a nuestros hijos e hijas?

Este título bien podría asemejarse a la única frase que repetía esta mujer, personaje de los Simpson, “¿alguien quiere pensar en los niños?”. Pero también nos sirve, como sociedad, para pensar algunas cuestiones. Queremos expresar por este medio nuestro apoyo y convencimiento a la necesidad de permitir la igualdad de derechos para todos y todas; y reformar todas las leyes que hagan falta para acercarnos cada vez más a la igualdad que anhelamos.
Nos emociona notar, una vez más, la confirmación de que vale la pena la militancia, la batalla cultural que emprendieron miles de compañeros desde años en pos de esta lucha. Por esto, para nosotros es muy interesante el cambio cultural que se cocina por debajo en nuestra sociedad. Cambio que hizo que muchos políticos impensados de progresismo tuvieran que apoyar ese proyecto de ley, para no perder los votos de los millones de argentinos y argentinas que piensan que no hay democracia sin libertad e igualdad de derechos.
Creemos además lo que expresaron los representantes de las organizaciones que llevaron esta lucha adelante, que esta ley va a “educar a la sociedad”. Es decir, para las generaciones que vienen va a ser mucho más difícil discriminar. ¿Cómo discriminar a quienes tienen el derecho a casarse, como los abuelos o como los vecinos? Creemos, con orgullo, que en algunos aspectos estamos dejando un mundo mejor a las generaciones próximas.
Estamos pensando en ellas mientras que algunos sectores retrógrados quieren preocupar y discriminar con la excusa de “los niños que necesitan padre y madre”.
Por otro lado, este discurso conservador se apoya en derechos reconocidos a través de la Unión Civil, pero no la distingue del matrimonio.
No son los mismos derechos, mientras que el matrimonio permite la adopción compartida, el derecho de heredar y de exigir la división de bienes gananciales en caso de separación, en la unión civil no se gozan tales beneficios.
La Iglesia y sectores que se oponen a este proyecto que permite el matrimonio de personas del mismo sexo, luchan, indignantemente, para que otros no tengan sus mismos derechos, porque lo único que pierden es exclusividad frente a las minorías excluidas.
Nosotros estamos pensando en el futuro de los niños, luchamos para dejarles un país más igualitario, sin discriminación, con menos totalitarismos y dictaduras, como las que apoyaron quienes hoy proponen menos libertades e igualdades.

Agrupación Surcos

Integrante de Proyecto Sur

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