26 de junio de 2002.
8 AÑOS.
8 años desde aquella tarde en que el gobierno de Eduardo Duhalde planeó y ejecutó la masacre del puente Pueyrredón.
8 años, en los que las organizaciones sociales seguimos pidiendo que la Justicia de este país funcione y que los ideólogos y responsables políticos de los asesinatos de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki, sean procesados y reciban la condena que corresponda.
Recordar aquel 26 de junio de 2002, aquella macabra acción, no es simplemente un ejercicio de memoria, sino una oportunidad para pensar nuestros días y qué cosas suceden como si nada hubiere pasado.
Recordar aquel 26 de junio de 2002, es visibilizar los miles y miles de argentinos que siguen sufriendo la desgracia económica de la pobreza, después de más de treinta años de neoliberalismo, saqueo, políticas de ajuste y mediocridad.
Recordar aquel 26 de junio, es también tener presente, cuáles son las respuestas que guarda este sistema económico y político para a nuestros miles de necesitados: represión y muerte.
Hoy llegamos al límite de lo que toda paciencia puede aguantar…
Duhalde, cabeza principal de aquella masacre en el puente Pueyrredón,
Duhalde, pide amnistía para los genocidas de la última dictadura militar,
Duhalde, sueña con ser candidato presidencial
Pero nada es casual, todo tiene su lógica.
Fueron esos mismos genocidas, para los que pide el perdón, los que iniciaron el sistemático asesinato de todos aquellos que no encajaban en su sistema y en su modelo de país.
Darío y Maxi, no podían encajar en Duhalde, en su modelo de país.
Darío Santillán fue para nosotros la posibilidad de pensar una nueva militancia política y social; esa militancia que nacía al calor de la movilización, cada vez más participativa, y que desde los barrios, irrumpía en la calle.
Darío Santillán, de tanto en tanto venía a La Plata y nos contaba su experiencia, la lucha por los planes, los emprendimientos productivos, la constante hostigación de los policías en los barrios, tal vez como preludio de lo que iba a pasar.
Darío Santillán, tenía 20 años.
26 de Junio de 2002
8 años
Darío y Maxi, presentes.
Agrupación Surcos.
8 AÑOS.
8 años desde aquella tarde en que el gobierno de Eduardo Duhalde planeó y ejecutó la masacre del puente Pueyrredón.
8 años, en los que las organizaciones sociales seguimos pidiendo que la Justicia de este país funcione y que los ideólogos y responsables políticos de los asesinatos de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki, sean procesados y reciban la condena que corresponda.
Recordar aquel 26 de junio de 2002, aquella macabra acción, no es simplemente un ejercicio de memoria, sino una oportunidad para pensar nuestros días y qué cosas suceden como si nada hubiere pasado.
Recordar aquel 26 de junio de 2002, es visibilizar los miles y miles de argentinos que siguen sufriendo la desgracia económica de la pobreza, después de más de treinta años de neoliberalismo, saqueo, políticas de ajuste y mediocridad.
Recordar aquel 26 de junio, es también tener presente, cuáles son las respuestas que guarda este sistema económico y político para a nuestros miles de necesitados: represión y muerte.
Hoy llegamos al límite de lo que toda paciencia puede aguantar…
Duhalde, cabeza principal de aquella masacre en el puente Pueyrredón,
Duhalde, pide amnistía para los genocidas de la última dictadura militar,
Duhalde, sueña con ser candidato presidencial
Pero nada es casual, todo tiene su lógica.
Fueron esos mismos genocidas, para los que pide el perdón, los que iniciaron el sistemático asesinato de todos aquellos que no encajaban en su sistema y en su modelo de país.
Darío y Maxi, no podían encajar en Duhalde, en su modelo de país.
Darío Santillán fue para nosotros la posibilidad de pensar una nueva militancia política y social; esa militancia que nacía al calor de la movilización, cada vez más participativa, y que desde los barrios, irrumpía en la calle.
Darío Santillán, de tanto en tanto venía a La Plata y nos contaba su experiencia, la lucha por los planes, los emprendimientos productivos, la constante hostigación de los policías en los barrios, tal vez como preludio de lo que iba a pasar.
Darío Santillán, tenía 20 años.
26 de Junio de 2002
8 años
Darío y Maxi, presentes.
Agrupación Surcos.
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